Burn Out
- María Magdalena Valdivieso Bernal
- 26 jun 2015
- 2 Min. de lectura

El síndrome de estar quemado por estrés, al límite de la resistencia física y psíquica.
El estrés es el gran asesino silencioso. El estrés de grado crónico no se hace de la noche a la mañana, es una sobre exigencia al cuerpo y la mente que se hace gradualmente, durante un tiempo muy prolongado; casi sin darse cuenta el cuerpo llega al estado límite de sus fuerzas disminuyendo la vitalidad, concentración, eficiencia. Cuando falta todo aquello que es necesario para el bienestar del cuerpo y mente y su recuperación, aparecen síntomas aviso para parar y son:
Cambio de actitud ante el trabajo y las relaciones interpersonales
Irritabilidad, sarcasmo y mal humor
Indiferencia y perdida de motivación. Frustración
Reacciones defensivas o evasivas
Ansiedad.
Falta de energía
Menor rendimiento, creatividad nula y baja productividad
Deterioro cognitivo, falta de memoria, concentración nula
Dificultad para hacer tareas y desarrollar nuevas habilidades
Alteraciones del sueño, insomnio o disminuye la calidad del sueño
Afecta de modo significativo el sistema inmunológico dejando al cuerpo propenso a sufrir enfermedades infecciosas.
Dolores articulares y musculares, contracturas frecuentes, dolor de cabeza, cuello y espalda, pueden provocar hernias discales.
Problemas gastrointestinales, cardiovasculares, afecciones de la piel, mareos, alteraciones de apetito sexual, riesgo de obesidad
Aumenta el riesgo de consumo de sustancias perjudiciales como el abuso de alcohol, tabaco y drogas.

Personas que tienen largas jornadas de trabajo de mas de 10 horas, doblar turnos, tomar decisiones de elevado nivel de responsabilidad, requieren de gran atención y concentración, contacto continuo con clientes y usuarios, trabajos monótonos.
Los profesionales que desarrollan mayor estrés de este tipo son médicos, enfermeras y docentes, sin embargo hay muchos casos en empresas privadas y gubernamentales.
Si tu ritmo de trabajo o actividades está tocando estos límites es hora de tomar un respiro antes de lamentar no haberte atendido. Para reestablecer el equilibrio en tu vida procura:
Hacer ejercicio con regularidad
Alimentarte adecuadamente y tomar agua suficiente
Tener actividades recreativas
Pasar tiempo en familia
Meditar
Tomar terapia si ya tienes este síndrome para que te ayuden a afrontar el estrés con nuevas y mejores herramientas personales
Una buena alternativa para ayudar a tu bienestar es el masaje Tailandés, que ayuda a equilibrar tu energía, relajar articulaciones y músculos, alinear tu sistema óseo, estimular órganos internos, activar tu sistema inmunológico, drenar linfa y ayuda a relajar y centrar tu mente.
Estar bien no es un lujo, es una necesidad. Tu bienestar físico, mental y emocional te dará la energía necesaria para hacer todo lo que quieras hacer desde el equilibrio y la armonía.
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